Si bien, las juntas pueden ser muy efectivas, pueden caer también en ser una pérdida de tiempo; esto aplica tanto en presencial, como en formatos virtuales.
Es importante no caer en la famosa “juntitis”, ser selectivos antes de decidir qué asunto amerita una videoconferencia, tener claro cuáles son aquellos pendientes que se pueden resolver vía e-mails, chats, plataformas virtuales de procesos y control de tareas, entre otros.
En el contexto digital, el reto de organizar reuniones de trabajo efectivas se vuelve aún mayor, hay mucho más distractores estando en casa, en un café o incluso aquellos que de pronto tienen que tomar llamadas en plena transportación: caminando, en carro, en tren, en avión o en bicicleta.
En esos casos, podría sonar obvio, pero las prisas que ya recomenzaron y se acrecientan debido al afán de querer aprovechar al máximo el tiempo laboral perdido que ha dejado la pandemia; el tema de seguridad personal tiene que ser primordial. Sabernos vulnerables, sabernos que no somos tan coordinados y multitasking como lo pensamos es verdaderamente importante para podernos cuidar, ingresar y terminar cada reunión virtual sanos y listos para lo que sigue.
Para muchas empresas, las videoconferencias han llegado para quedarse y combinarse con reuniones presenciales; las grandes virtudes son que uno pierde menos tiempo y recursos en desplazamiento, es posible conectarse con personas que están en distintas ubicaciones físicas, las fronteras se borran de cierta manera y eso brinda oportunidades de negocios maravillosas.
Afortunadamente, las plataformas tecnológicas de videoconferencias cada vez son más amigables, más seguras y confiables. Para lograr reuniones más productivas se recomienda:
Fuente Original: Merca 2.0