Si en el caso del negocio físico en lugar de contestar a su pregunta, le cuentas “Quienes somos” o “Nosotros”, la persona se volteará y saldrá tan rápido como entró. Tu cliente probablemente tiene prisa y está buscando una solución.
Por lo anterior, lo primero que tiene que leer quien entre a tu página, junto a una imagen impactante, es la respuesta a su pregunta. Tienes 5 segundos para decirle qué puedes hacer por ella, cómo puedes ayudarle. Si no encuentra una respuesta y si no se la das tú, dará vuelta a la página y se irá con tu competencia. ¿Al preguntar si tienen lo que buscas te gustaría que te contaran su historia desde su fundación y la experiencia que tienen?
Necesitas conectar con las emociones de tu posible cliente, se completamente claro, la ambigüedad confunde y aleja a las personas.
Nadie conoce tu producto tan bien como tú, cuentale a tu posible cliente del resultado que tendrá al comprarte. Háblale del beneficio de tu producto, no de las características.
Menos, es más, no llenes de pestañas tu página, dile sólo lo que desea escuchar, si lo enganchas, ten la seguridad de que deseará saber todo sobre tu marca. Entonces te escuchará porque ha entendido que tú, mejor que otro, puede resolverle su problema, su necesidad, su miedo, incluso, ofrecerle el placer que busca.
Cuando alguien entra a tu página comienza a correr el reloj y estará en tu contra si no le dices, de entrada, cómo y por qué puedes darle lo que busca. Quienes visitan tu página entran a escanearla, rápido, están entrenados para hacerlo, sólo una oferta irresistible hará que la lean y no la escaneen.
Lo anterior se logra escribiendo cada palabra de tu sitio, estratégicamente, con redacción persuasiva, con copywriting. Cuida a las palabras y ellas cuidarán que tu página sí venda.